#美联储货币政策# Al revisar los últimos ciclos económicos, he notado que la política monetaria de La Reserva Federal (FED) siempre está estrechamente relacionada con los datos de empleo. Esta vez no es una excepción. Se espera que el informe de empleo no agrícola de julio que se publicará pronto muestre una creación de empleo de 110,000, por debajo de los 147,000 de junio, y que la tasa de desempleo pueda aumentar ligeramente al 4.2%. Si estos datos son ciertos, reforzarán la opinión de que el mercado laboral se está enfriando.
Curiosamente, los datos de empleo de mayo y junio fueron revisados a la baja de manera significativa, mostrando que el mercado laboral es más débil de lo que se pensaba originalmente. Esto me recuerda a la víspera de la crisis financiera de 2008, cuando también hubo una corrección similar en los datos de empleo. La historia siempre es sorprendentemente similar.
El foco del mercado actualmente se centra en la decisión de tasas de interés de septiembre. Si los datos de empleo no agrícola son inferiores a 100,000, La Reserva Federal (FED) podría verse obligada a reconsiderar su postura agresiva. Por el contrario, si superan los 150,000, la posibilidad de dos recortes de tasas en el año será descartada. De cualquier manera, este informe será una pieza importante que influirá en la dirección futura de la política monetaria.
A lo largo de la historia, La Reserva Federal (FED) siempre ha tenido dificultades al ponderar entre el empleo y la inflación. La situación actual una vez más pone a prueba la sabiduría de los tomadores de decisiones. Tal vez debamos reflexionar sobre si, en esta era de cambios rápidos, las herramientas tradicionales de política monetaria siguen siendo lo suficientemente flexibles y efectivas. Esta pregunta merece nuestra profunda consideración.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
#美联储货币政策# Al revisar los últimos ciclos económicos, he notado que la política monetaria de La Reserva Federal (FED) siempre está estrechamente relacionada con los datos de empleo. Esta vez no es una excepción. Se espera que el informe de empleo no agrícola de julio que se publicará pronto muestre una creación de empleo de 110,000, por debajo de los 147,000 de junio, y que la tasa de desempleo pueda aumentar ligeramente al 4.2%. Si estos datos son ciertos, reforzarán la opinión de que el mercado laboral se está enfriando.
Curiosamente, los datos de empleo de mayo y junio fueron revisados a la baja de manera significativa, mostrando que el mercado laboral es más débil de lo que se pensaba originalmente. Esto me recuerda a la víspera de la crisis financiera de 2008, cuando también hubo una corrección similar en los datos de empleo. La historia siempre es sorprendentemente similar.
El foco del mercado actualmente se centra en la decisión de tasas de interés de septiembre. Si los datos de empleo no agrícola son inferiores a 100,000, La Reserva Federal (FED) podría verse obligada a reconsiderar su postura agresiva. Por el contrario, si superan los 150,000, la posibilidad de dos recortes de tasas en el año será descartada. De cualquier manera, este informe será una pieza importante que influirá en la dirección futura de la política monetaria.
A lo largo de la historia, La Reserva Federal (FED) siempre ha tenido dificultades al ponderar entre el empleo y la inflación. La situación actual una vez más pone a prueba la sabiduría de los tomadores de decisiones. Tal vez debamos reflexionar sobre si, en esta era de cambios rápidos, las herramientas tradicionales de política monetaria siguen siendo lo suficientemente flexibles y efectivas. Esta pregunta merece nuestra profunda consideración.